Tengo miedo:
no quiero navegar solo,
podría caer, darme vuelta
en el torbellino de la locura
y morir ahogado sin una mano
que me rescate.
Tengo miedo,
no tengo remos
sólo una caña con un anzuelo
un estómago dolorido
y unas migas de pan duro.
Tengo miedo.
Y estoy tan solo.
Sólo me queda esperar...
tal vez atrape algún pez
que quiera charlar conmigo
tal vez venga así el Maestro
y lo multiplique.
Entonces, ya no tendré miedo:
sólo muchos amigos.
Buenos Aires (esperando que algo pique...)
1 comentario:
Gracias por tu visita y precioso lo que lei,sigue asi
te sigo de cerca
besos
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