Te necesito, te busco
te encuentro
no puedo:
me puede el miedo,
sembrado y cuidadosamente cultivado
rebosante de sonrisas
de silencios, abonado
y en paciente soledad
concretado.
Te escribo, te pinto, te nombro
tenerte cerca no es preciso:
es mi urgencia.
Palabras que se digieren
en impotente parsimonia
y se conforman con contemplarte,
deleite de incógnito.
Te necesito,
pero por ahora, espero...
te encuentro
no puedo:
me puede el miedo,
sembrado y cuidadosamente cultivado
rebosante de sonrisas
de silencios, abonado
y en paciente soledad
concretado.
Te escribo, te pinto, te nombro
tenerte cerca no es preciso:
es mi urgencia.
Palabras que se digieren
en impotente parsimonia
y se conforman con contemplarte,
deleite de incógnito.
Te necesito,
pero por ahora, espero...